lunes, 20 de enero de 2020

The Wife ¿una película fuera de tiempo?

Decidí mirar una peli que de alguna manera se vinculara con la literatura. 
Encontré The Wife (Björn Runge,2017) y su sinopsis era la siguiente: Joan Castleman (Glenn Close) es una buena esposa, de belleza madura y natural, la mujer perfecta. Pero lo cierto es que lleva cuarenta años sacrificando sus sueños y ambiciones para mantener viva la llama de su matrimonio con su marido, Joe Castleman (Jonathan Pryce). Pero Joan ha llegado a su límite. En vísperas de la entrega del Premio Nobel de Literatura a Joe, Joan decide desvelar su secreto mejor guardado.

Quizás porque la idea original (la novela La esposa de Meg Wolitzer) es del año 2004, quizás porque la ficción no quiere soltar a las mártires de la vida doméstica, o quizás porque no supieron cómo darle una vuelta rebelde y novedosa a la historia de la ¿pobre? Joan Castleman, es que no quedé conforme con la película. El marido, un fracasado que engaña a su esposa y que publica libros que ella escribe. La esposa, una mujer rígida, triste, diligente, acartonada que guarda silencio para la felicidad de la familia, principalmente del esposo. Y lo hará hasta último momento, porque el falso escritor estará frente a la amenaza más terrible: la mujer no soporta más ver cómo triunfa con sus obras y pedirá el divorcio. Pero eso quedará sólo en palabras porque hasta el final, el amor vencerá. Porque el amor lo puede todo. O al menos ese es el mensaje que me supo entregar el largometraje. Hay una pareja, hay algo que los une, ser cómplices de esa mentira, él también sufría mientras ella escondía su talento, ella sacrificó años de su vida, y daría más por ocultar la verdad que tanto le molesta.

El relato de un amor romántico, sacrificado. La heroína trágica sufre, es traicionada, pero es una buena esposa, lo importante es ser una buena esposa. En fin, parecía un intento por reivindicar el trabajo  y talento de la mujer en el mundo de la literatura, pero Joan Castleman (sí, con el apellido del marido) termina siendo una Mary Godwin o Collette del siglo XXI y no termina de desatarse de la figura de mujer abnegada. De hecho, los dos mejores momentos de la película (donde la actriz que encarna a Joan se luce) son justo los instantes donde está por estallar y al fin estalla, escupiéndole toda la verdad a su insulsa pareja. Y este último además, exhibe (y también lo rescato) el poder que tiene el oficio de la escritura como canalizador de tantos miedos, frustraciones, deseos, etc. Si pienso en el protagonismo de este elemento (literatura) es el gran motivo de supervivencia de Joan, quien a los 64 años, y como ella afirma con ironía , su ocupación es "fabricar reyes".

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